Tras el decreto firmado hoy por el presidente Alberto Fernández que prorrogaba los despidos y la doble indemnización por 90 días, la Unión Industrial Argentina (UIA), se manifestó en contra de esta reglamentación presentada en el Boletín Oficial. La entidad envió una nota al primer mandatario en la que manifiesta que estas medidas no apuntan a «mejorar la situación del mercado laboral».
«Ambas situaciones obturan la recuperación del empleo industrial y la recuperación genuina del mercado formal de trabajo, perjudicando especialmente a sectores que tienen potencial para demandar nuevos empleos, pero no encuentran certidumbre para hacerlo», explicaron desde la UIA. Además, expresan que esto no motivan a las medidas adoptadas en 2020 para regular el mercado y mitigar los efectos de la pandemia.
La entidad continuó expresando en su nota que «medidas como la prohibición de despidos y suspensiones o el régimen de doble indemnización no apuntan en esa dirección. Van en detrimento de la necesaria ampliación de las dotaciones de trabajadores con miras a impulsar el crecimiento económico e impactan sobre el objetivo de la formalización.
«Luego de prácticamente una década de estancamiento y caída de la actividad, que se agudizó con la pandemia, hoy la actividad económica reinició un ciclo de recuperación. El cambio de signo del ciclo económico se observa más claramente en la industria, donde el empleo registrado se encuentra desde septiembre por encima del nivel pre pandemia -actualmente lo supera en 4,5 mil trabajadores-«, indicaron. «Esta tendencia se manifiesta en las expectativas netas de contratación para los próximos tres meses, que se ubicaron en terreno positivo por segundo mes consecutivo en noviembre», comentaron en la carta.
¿Cómo se supera este contexto?
Por último, explicaron que «para superar el actual contexto y hacer frente al desafío de consolidar la recuperación, Argentina necesita dinamizar dos cuestiones clave. En primer término, una política industrial que incorpore la agenda de productividad con mirada estratégica. En segundo término, un marco regulatorio que otorgue credibilidad y previsibilidad a las nuevas contrataciones y dé respuestas a los desafíos de empleabilidad de esta etapa».
