Roberto Lavagna es uno de los opositores más cercanos al Gobierno. El propio exministro de Economía reconoció que habla con Alberto Fernández mensualmente. También su propio hijo está al frente del Indec y varios de los integrantes de Consenso Federal integran el Gobierno en segundas y terceras líneas. Es por eso que su duro análisis sorprendió en el oficialismo ya que mostró cierta crudeza al analizar.
En diálogo con NET TV, el exministro de Economía reconoció que en ciertas ocasiones la devaluación es “inevitable”, algo que también sorprendió. “Una devaluación es siempre la admisión de una derrota, no necesariamente del gobierno de turno, pero a veces es inevitable”, afirmó el excandidato a presidente de la Nación.
“Una cirugía generalmente no es buena, pero a veces es lo único que se puede hacer para salvar algo. Tal vez haya que interpretarlo en ese sentido”, agregó Roberto Lavagna. “No es lo mismo una devaluación realizada en medio de una política proinversiones, pro-creación de empleos, con nuevo régimen laboral. Cuando se pone en ese contexto, la devaluación puede tener efectos positivos importantes. Ahora si se devalúa nada más y va a precios, no ganó nada”, afirmó.
Por otro lado, Roberto Lavagna se mostró esperanzado en que la situación económica se revierta. «Enfrentar el tema del trabajo empieza a enfrentar el tema de la jubilación; exige el tema de la inversión, ahí aparecen cuestiones impositivas; y todo el tema educativo, ciencia y tecnología. Esas son los tres patas fundamentales para volver a poner en marcha al país», resaltó.
“La Argentina necesita un Deng Xiaoping, quien viene de la mano de Mao”, agregó. “Entonces, dos personas en extremos completamente opuestos, incluso Xiaoping había estado en semiprisión, se ponen de acuerdo y uno ejecuta el cambio», concluyó Roberto Lavagna que aseguró no tener el diálogo fluido que supo cultivar con Martín Guzmán.
