El expresidente del Banco Nación durante el gobierno macrista, Carlos Melconian, afirmó que la economía nacional «no arranca» porque hay «déficit fiscal» y un «signo de interrogación en la política». No obstante, el economista respaldó el trabajo del ministro de Economía, Martin Guzmán y señaló que tiene un «gran merito» por involucrarse en medio de un complejo panorama.
Asimismo, Melconian explicó que el Gobierno nacional trabaja sobre un plano que cruza la «macroeconomía, el dólar y la política». «Hay períodos donde se alinean los tres mal, pero hay períodos donde se alinean bien. Ahora, tenés descalabro fiscal, no tenés un dólar ridículo, pero hay un recontra signo de interrogación en la política: entonces no arranca el auto», subrayó el extitular de la entidad financiera, según publicó la agencia NA.
En otro orden, recordó los altibajos que registró la economía nacional y aseguró que todos los conflictos «tienen desenlaces». «Entre 2008 y 2010 cuando no te da el cuero, te gastas el superávit y te fumas a las las AFJP. Entre 2011 y 2015, las reservas», remarcó. En este sentido, detalló que en el período 2016-2019 se terminó con USD 55.000 millones de deuda y en el 2020 será con 8 puntos del PBI en emisión monetaria. «No me encasillen ni en pesimista ni en optimista», enfatizó el ex funcionario.
Consultado por la gestión del ministro de Economía, Martin Guzmán, el exfuncionario de Mauricio Macri respaldó su gestión. «Yo en lugar de él hoy no estaría, porque para mi el formato de tomar un Ministerio requiere ser parte de no caer como un aviador», planteó el economista. Además, agregó que las decisiones del titular del Palacio de Hacienda está «consustanciado con un programa de Gobierno donde el ministro de Economía se circunscribe a lo suyo, pero tiene injerencia en el resto de los temas».
Por último, definió que el mérito de Guzmán es «doble». «Tipos como él tienen doble mérito. Un tipo que está en el exterior, en una Universidad (…) Hay que venir a meterse a este conjunto de sinsabores, ganar mal. Siempre te comes el garrón de alguien porque donde pones un dedo siempre pisas a alguien», concluyó.
