La policía bonaerense se manifestó durante tres días en lo que fue uno de los momentos de Axel Kicillof y Alberto Fernández desde su asunción. La decisión de aumentar el sueldo de esta fuerza gracias a la quita de la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires calmó las aguas. Sin embargo, el Gobierno nacional todavía evalúa qué hacer con los oficiales que se manifestaron.
Así lo manifestó Sabina Frederic, ministra de Seguridad de la Nación, quien apuntó contra los manifestantes que estuvieron en Olivos. “Tiene que haber sanciones, sobre todo del personal que fue a protestar a Olivos. No tiene relación la protesta de la policía con el presidente de la Nación”, declaró la funcionaria nacional.
De esta manera, pese a que se habían comprometido a no hacerlo, el gobierno podría sancionar a los policías que reclamaron. “Hay que estar muy atentos a las condiciones de trabajo del personal policial para que hechos como esos no ocurran. La sensación de inestabilidad institucional, aunque ese no haya sido el objetivo, es el efecto que se genera”, planteó.
Por último, criticó a los dirigentes opositores por algunas apariciones públicas. “Hay personajes que tienen intervenciones irresponsables, personajes públicos, exdirigentes políticos que reclaman un protagonismo que ya no tienen y que abonan a un clima que no le hace bien a la sociedad”, sentenció Sabina Frederic sin dar más detalles.
Berni y Kicillof ordenaron una purga en la policía bonaerense
El ministro de Seguridad y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires comenzaron a ordenar los desplazamientos dentro de la policía bonaerense. El comisario general Daniel García, pasó a retiro a parte de la cúpula de esa fuerza. El comisario mayor, Victor Rojas también pasó a retiro. Misma suerte corrieron el comisario general Gustavo Bustamante, el superintendente de Investigaciones en Función Judicial, el comisario general Claudio Cheverry e Ignacio Rosales, quien era el Superintendente de Comunicaciones.
