En diálogo con Radio La Red, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires Axel Kicillof prestó declaraciones sobre la situación crítica que atraviesa la deuda bonaerense. Este mañana, durante una entrevista con el periodista Luis Novaresio, Kicillof habló sobre las negociaciones que se están llevando cabo con los acreedores y bonistas del BP 21. «Simplemente esperen un poco más», solicitó a los inversores.
A partir de la extensión de la fecha límite para brindar una respuesta de aceptación o rechazo a la propuesta de postergación en el pago de la deuda, se han barajado varios escenarios posibles en la política económica bonaerense. Luego de emitir una solicitada a los acreedores, el gobierno provincial decidió extender la fecha de adhesión o rechazo del 22 de enero al 5 de febrero. En relación a esto, el gobernador aclaró que «no es una propuesta audaz» sino que pide a los inversores que «simplemente esperen un poco más.»
Además, al referirse a la administración de María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires, sostuvo que «está mal diseñada la deuda de la provincia» y dijo que hubo un «manejo absolutamente inadecuado» de la misma. De esta forma, depositó la responsabilidad de «estos problemas» en la gestión anterior anterior. «Hoy no tenemos los recursos y los acreedores lo saben», recalcó.
Sobre las conversaciones que se están llevando a cabo con los acreedores, Kicillof señaló que, en algunos casos, «los bonistas pidieron un plazo mayor en las conversaciones que tuvimos y otros ya aceptaron las ofertas». Asimismo, destacó que la estrategia está alineada con el Gobierno nacional, con el fin de tratar la renegociación del endeudamiento publicó con capitales extranjeros.
En este sentido, el funcionario hizo referencia al proyecto de ley que propuso el Ministro de Economía de la Nación Martín Guzmán a comienzos de esta semana y destacó que las políticas a implementar están «coordinadas». Por último, Kicillof desmintió un rumor que sostenía que la sensación de los bonistas había sido sintetizada en la frase «nos cantaron re truco con un cuatro de copas». El gobernador tomó la situación como graciosa y dijo que «no parece una opinión de un bonista».
