La semana pasada, el Instituto Nacional de Censos y Estadísticas (INDEC) informó que la utilización de la capacidad instalada en la industria manufacturera se ubicó en 60,7 por ciento en noviembre del año pasado. En este indicador, la industria automotriz se ubicó por debajo de la media ya que alcanzó solamente el 38,7 por ciento.
El organismo,que conduce por Marco Lavagna agregó que, durante el mes de noviembre de 2018, este indicador se había colocado en el 63,3 por ciento. En octubre se había ubicado en los 62,1 puntos porcentuales, por lo que, ambos porcentajes, que reflejó el INDEC, ponen en evidencia que el pasado noviembre experimentó un retroceso tanto a nivel interanual cómo mensual, según informa El Intransigente.
Estos datos se confirman con la decisión que tomó General Motors, que decidió cerrar la planta que tiene en la localidad de Alvear -Santa Fe- durante febrero y suspender a todos sus operarios. Las autoridades afirmaron que los trabajadores cobrarán el 70 por ciento de su salario por ese mes que la industria estará cerrada. Durante febrero, se adecuarán las líneas para fabricar un nuevo modelo.
En diálogo con Info Gremial, Marcelo Barros, titular del gremio Smata Rosario, explicó que ese cierre se debe exclusivamente a la intención de la empresa para “adecuar las líneas para el nuevo vehículo que se va a hacer ahí”. “Ahí reside la esperanza nuestra de que van a hacer dos vehículos, o sea, si no venden uno, ahora pueden vender el otro”, agregó el sindicalista.
Por último, Marcelo Barros manifestó que “hay que agarrar el toro por las astas y arreglársela con lo puesto”. “Tienen el 52 por ciento de impuestos y es una locura”, señaló el titular de SMATA Rosario. “No podes pagar un auto como el Cruze que valía 450 mil pesos y hoy vale dos millones de pesos o una Tracker que salía 460 mil pesos y hoy vale 1.460 mil”, cerró.
