El Palacio de Buckingham compartió el lunes 23 de diciembre extractos del mensaje anual de la Reina Isabel II, de 93 años, que se podrá ver el miércoles 25 de diciembre en una transmisión de la BBC. Sentada en la Sala de Dibujo Verde en el Castillo de Windsor, la máxima autoridad de la monarquía británica habló sobre la fe en Dios y la reconciliación.
También, aprovechó el momento para admitir los altibajos que presentó la familia real este año «bastante agitado», sin descartar los escándalos que envuelven a su hijo, el Príncipe Andrew con el delincuente sexual Jeffrey Epstein, la evidente separación de sus nietos, los hermanos William y Harry, y la batalla legal con la prensa que enfrenta Meghan Markle.
«Pequeños pasos dados en la fe y en la esperanza pueden superar las diferencias de larga data y las divisiones profundamente arraigadas para traer armonía y comprensión», expuso la monarca. «El camino, por supuesto, no siempre es suave, y puede que a veces este año se haya sentido lleno de baches, pero pequeños pasos pueden hacer una gran diferencia», agregó.

Lo que más llamó la atención de la imagen que se expuso en redes sociales, fue que la Reina no incorporó en su discurso el retrato del Príncipe Harry, su esposa Meghan y el bebé Archie. En cambio, si presentó fotografías de su difunto padre, el rey Jorge VI, su esposo, el Príncipe Felipe, su hijo Príncipe Carlos y su esposa, la duquesa Camilla, y el Príncipe William con su esposa, Kate Middleton, y sus tres hijos.
Esto ha generado mucha polémica, pero los observadores reales aseguraran que los retratos solo incluían al predecesor de la Reina y herederos directos. La línea actual de sucesión al trono es Carlos, de 71 años, William, de 37, George, de 6, Charlotte, de 4, y Louis, de 1, seguido de Harry, de 35, y luego Archie, de 7 meses.

