El Príncipe Harry, de 35 años, su esposa Meghan Markle, de 38, y su hijo Archie, de 7 meses, están fuera de Londres disfrutando sus seis semanas de vacaciones con el propósito de desligarse del foco mediático que han vivido durante todo el año. Aunque se creía que la familia real había volado a Estados Unidos para encontrarse con Doria Ragland, madre de la duquesa de Sussex, no fue así.
El viernes, desde el Palacio de Kensington se anunció que la realeza está pasando tiempo privado en familia en Canadá. «La decisión de establecerse en Canadá refleja la importancia de este país de la Commonwealth para ambos», dice el comunicado. Aunque se dio a conocer la ubicación donde están los Sussex, no se ofreció más detalles de los días de vacaciones.
«Si bien este correo electrónico confirma el país en el que se están tomando el tiempo de su familia, por razones de seguridad no divulgaremos más detalles y solicitaremos que se respete su privacidad», señala el texto. Asimismo, expone que Harry ha sido un visitante frecuente a Canadá, nación que acobijó a Meghan durante siete años antes de adentrarse en el seno de la monarquía británica.

La pareja real «Disfruta compartiendo la calidez del pueblo canadiense y la belleza del paisaje con su hijo pequeño». Se desconoce si la progenitora de la duquesa viajó o viajará hasta Canadá para reencontrarse con ellos o si, por el contrario, los duques despegarán a Estados Unidos para pasar Navidad y Año Nuevo.
Hace más de un mes se develó que Meghan y Harry tomarían unas seis semanas de descanso hacia los últimos días de año para pasar un valioso «tiempo en familia», después de recibir un intenso escrutinio por parte de la prensa de Reino Unido. Se supo que los reales tuvieron su agenda llena de compromisos hasta mediados de noviembre antes de tomarse los días libres.

