Meghan Markle, de 38 años, ha recibido un nuevo título. Ahora no solo es la duquesa de Sussex, sino «la mujer de humanidad profunda», según Justin Welby, arzobispo de Canterburi, mismo que dirigió su boda con el príncipe Harry, de 35 años, en marzo de 2018. El religioso siempre ha defendido a la madre real contra las críticas de la prensa británica.
«Es una persona de profunda humanidad y profunda preocupación por las personas, que busca desempeñar su papel con cada gramo de su ser, y creo que es una persona notable», expuso Welby el miércoles 27 de noviembre en entrevista con Emma Barnett en BBC Radio 5 Live. Meghan actualmente está apartada del foco mediático tras tomar seis semanas de vacaciones.
Durante el programa, Barnett le preguntó a Welby sobre el tratamiento de Meghan en los medios de comunicación y si consideraba que algunos de los reportes habían sido de carácter racista. «Obviamente estaría muy preocupado por todo comportamiento racista. Particularmente cuando se trata de alguien que conoces, simplemente piensas que esto es totalmente inmerecido», indicó.
Sobre la presión que ha venido sufriendo la familia real y que se fortaleció después del estreno del documental de ITV «Harry & Meghan: Un viaje africano», Welby señaló: «Una de las cosas de las que soy más consciente es su sentido del deber y el compromiso, lo que significa que saben que es una cadena perpetua».
Asimismo, expuso que si en un momento Meghan y Harry deciden retirarse de la vida pública y nunca tomar dinero público y desaparecer, «seguirían siendo perseguidos porque serían los ex reales. Es realmente una cadena perpetua sin ningún tipo de alivio. Admiro mucho la forma en que se comportan», enfatizó.
