La monarquía británica estaría enfrentando una fuerte preocupación, y no precisamente por lo que dice la prensa británica de Meghan Markle y el príncipe Harry, o por la discordia que hay entre Harry y William. De acuerdo a The Daily Mail, la realeza cuenta con un reducido grupo de seguridad que resguarde y vele por su seguridad.
La unidad de Scotland Yard, encargada de proteger a la familia real británica está bajo mínimos. El número de guardaespaldas necesarios para proteger a la realeza, así como a los miembros del parlamento y del gobierno de Reino Unido, es un 20% menor del recomendado y hay, inclusive, 91 plazas vacantes que no se logran cubrir.
El medio británico relaciona la escasez de efectivos de seguridad con el ingreso de nuevos integrantes a la familia real como Meghan Markle y su hijo Archie, de 6 meses, al igual que el pequeño Louis, de 1 año, hijo del príncipe William y Kate Middlenton. Cada vez los monarcas tienen agendas más activas que implican salidas públicas.
En julio, la realeza prendió las alarmas cuando un joven de 22 años logró burla la seguridad del Palacio de Buckinghm en horas de la madrugada, metiéndose en el área donde la reina tiene sus bienes privados. Sin embargo, y para tranquilidad de Isabel II, lograron detener al sujeto antes de que lograra su objetivo.
A la falta en la plantilla de guardaespaldas especiales de la policía británica se une el retiro -en enero- de la jefa de seguridad de Meghan Markle, quien renunció después de seis meses en el cargo. Scotland Yard explicó que su decisión se debía a motivos personales y no a una falta de entendimiento con la duquesa de Sussex, quien le gusta acercarse mucho a la gente.
