No hay nadie que le quite el trono de Halloween a Heidi Klum. Ni la magnate del maquillaje Kylie Jenner con sus seis disfraces pudo competir al lado de la veterana modelo, quien año tras año se inventa unos diseños que más que dar miedo, ponen a correr y a trabajar arduamente y sin descanso a su equipo de estilistas y maquilladores.
En la edición de este año, la celebridad alemana organizó -como de costumbre- una fiesta de Halloween en el restaurante Cathédrale en Moxy East Village, Nueva York, a la cual asistieron el cantante Maluma, Mariah Carey como rockera de los 80, Jonathan Van Ness y Camille Kostek como Marilyn Monroe.
Heidi apareció con un disfraz que parecía una especie de robot alienígena, salido de una cirugía sin terminar. El diseño tenía la piel sintética hacia atrás para revelar los órganos de su interior junto a cables conectados. Esta verdadera locura de disfraz habría tomado -aproximadamente- 13 horas de creación.
Por las imágenes de cómo quedó Klum con el resultado, se ve que los encargados de cumplir el capricho de Halloween hicieron una completa obra de arte que incluía, además, prótesis pesadas creadas por el equipo de Prosthetic Renaissance, un cerebro debajo del vidrio, placas de metal que cubrían sus partes íntimas e intestinos y músculos expuestos.
De acuerdo a la reseña de Hollywood Reporter, no conforme con su caracterización, la rubia, de 46 años, le agregó más drama a su desfile por la alfombra roja con la llegada de un camión de «riesgo biológico» con ventanas de vidrio manchadas de sangre, mientras los efectos de sonido espeluznantes hacía retumbar el lugar.
