Angelina Jolie ha pasado por momentos duros en su vida. El ser una de las grandes actrices de la industria de Hollywood no la hace escapar de problemas de salud, de terribles enfermedades, de cargar con sufrimientos y dolencias. La artista se quitó las alas de «Maléfica» y se dispuso a hablar de ella como persona en un artículo de la revista Time.
Hace cinco años, la actriz, de 44 años, se sometió a una doble mastectomía para prevenir el cáncer; después de eso, regresó al quirófano para realizarse una operación en la que le fueron extirpados los ovarios y las trompas de Falopio para achicar las probabilidades de sufrir cáncer de ovario, enfermedad que le provocó la muerte a su madre, su abuela y su tía.
La ganadora del Oscar compartió en el escrito lo difícil que fue para ella vivir tranquila luego de practicarse unos estudios de sangre y que estos arrojaran altas probabilidades de padecer cáncer. «Me hicieron una mastectomía doble y luego me extirpé los ovarios y las trompas de Falopio, lo que redujo significativamente, aunque no eliminó por completo mi riesgo de desarrollar cáncer», contó.
La estrella aseguró haber tomado las mejores decisiones de su vida para seguir con vida, ver a sus hijos crecer y conocer a sus nietos. Ella es madre de seis jóvenes junto a su exmarido Brad Pitt: Maddox, de 18, Pax, de 15, Zahara, de 14, Shiloh, de 13 y los mellizos Knox y Vivienne, de 11. Jolie recordó las palabras de un médico cuando estaba de pie en el pasillo del hospital esperando que el cuerpo de su madre fuera recogido para ser incinerado.
«Su médico (el de su mamá) me dijo que le había prometido a mi madre que se aseguraría de que me informaran sobre mis opciones médicas». Ella tenía el 87% de desarrollar la enfermedad y un riesgo del 50% de cáncer de ovario. «Debido a mi alto riesgo, los expertos me recomendaron cirugías preventivas», señaló. Angelina tiene parches de hormonas y necesita hacerse chequeos de salud regulares.
