«Desde Sudáfrica a Botswana», así ha reportado la cuenta en Instagram @sussexroyal la nueva travesía del príncipe Harry, de 35 años, como parte de la gira oficial por África que inició el 23 de septiembre. En esta oportunidad, el duque de Sussex ha viajado solo, pues su esposa Meghan Markle, de 38, y su hijo Archie, de 4 meses, se quedaron en Sudáfrica.
En el cuarto día del viaje real, Harry visitó el Parque Nacional de Chobe, en el norte del país africano, donde conoció a 200 niños escolares de las escuelas primarias locales y le tendió una mano a los conservacionistas a plantar árboles en la reserva natural más nueva de Bostwana. Durante la actividad, el duque sembró un baobad, que está bajo amenaza de extinción en África.
El parque es el hogar de más de 17 mil elefantes y presenta uno de los ecosistemas más diversos y maravillosos del mundo. De acuerdo al texto publicado en el post de Instagram, «la gente, la vida silvestre y la zona entera confían en el río Chobe para sobrevivir, pero muchas especies y arboles indígenas están tristemente extintos».
En su llegada al recinto, el hijo menor de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales fue recibido por el Dr. Mike Chase, fundador de Elephant Without Borders -Elefantes sin fronteras-, que trabaja con una organización local para convertir el lugar en una reserva natural y cultural a orillas del río. En las imágenes compartidas por medios internacionales, se ve a Harry a gusto plantando arboles y compartiendo con los lugareños.
El duque de Sussex también ayudó a jóvenes estudiantes a plantar árboles de caoba. Con total humildad, se agachó en compañía de uno de los niños y empacó el suelo arenoso alrededor del arbolito, al finalizar la acción, chocó los cinco para celebrarlo. Se espera que este jueves visite un centro de salud en Botswana para abordar con jóvenes que viven con el VIH.
