Este jueves por la madrugada, el conflicto entre las distintas facciones de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) tuvo un nuevo y violento capítulo. El primer episodio se produjo el lunes, con un enfrentamiento a los tiros en las inmediaciones de la destilería de YPF de Ensenada. El segundo tuvo lugar en las primeras horas de esta jornada con el ataque a tiros a la sede administrativa del gremio en La Plata, ubicada en calle 50 entre 3 y 4. El hecho ocurrió en momentos en los que no había personal en el establecimiento, por lo que no hubo que lamentar heridos.
El acto vandálico, según comentaron fuentes del sindicato de la construcción, fue descubierto esta mañana por los trabajadores cuando se aprestaban a ingresar al inmueble para realizar su labor administrativa. Al llegar al lugar, el personal se topó con que el frente y las ventanas de la sede presentaban sendos agujeros de bala. Según informaron los peritos balísticos de la Policía de la provincia de Buenos Aires, había al menos once disparos en la fachada, cinco de ellos en la persiana y seis en la pared. También se dejó una inscripción con aerosol a favor del antiguo titular del gremio, Juan Pablo «El Pata» Medina. «Pata 100%», decía el grafiti.
«En La Plata mandan ‘El Pata’ y ‘El Pulido’. Bayanse (sic) todos porque van a morir, rosarinos come gatos», sostenían los autores del ataque de la sede a balazos en una nota que dejaron en el lugar. La Policía bonaerense analizaba esta mañana cámaras de seguridad de esa cuadra y de los alrededores para intentar determinar quiénes fueron los responsables de este hecho. Tras lo ocurrido, se realizó una denuncia y se solicitó custodia para el interventor del sindicato, Carlos Vergara.
De acuerdo con lo informado por voceros de la UOCRA al diario El Día, la sede platense «permanece cerrada desde el viernes a causa de las amenazas que hemos recibido, por una cuestión de seguridad». Con respecto a cómo descubrieron lo sucedido, señalaron que «hoy, en el intento de abrir para continuar con las labores administrativas, nos encontramos con este panorama». Cabe destacar que el origen de este conflicto se debe a la disputa entre el bando que apoya a Medina, preso desde 2017 por extorsión, lavado de dinero y asociación ilícita, y el que apoya a Vergara.
Tal como explicó Rolando Barbano, columnista de policiales en el ciclo radial Lanata sin filtro, «la facción que respondía a («El Pato») Medina está liderada por uno de sus hijos (Agustín) y por uno de sus nietos (Brian), quienes han encabezado una avanzada sobre la intervención del gremio». De acuerdo con el periodista, «el enfrentamiento se trasladó a la refinería de YPF en La Plata, donde hay unas obras realizadas por una contratista. La gente de Vergara dice que la pelea empezó porque a parte de sus trabajadores les han hecho descuentos que no correspondían en su liquidación de haberes. Del lado de Medina, dicen que a sus obreros los despidieron». «Todo esto parece ser una excusa para agarrarse a tiros entre las dos facciones», evaluó.
