La consultora Economía & Regiones advirtió este domingo sobre el crecimiento del riesgo de que Argentina caiga en default y sufra una hiperinflación. La posibilidad de acabar en ambos escenarios responde al debilitamiento de los principales indicadores económicos. En este sentido, la entidad consideró que el país se encuentra inmerso un «gravísimo problema monetario y un importantísimo problema fiscal». Asimismo, planteó que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) se encuentra quebrado, lo cual genera mayor devaluación e inflación a futuro.
La consultora no pronostica que los tres primeros años de gobierno de quien asuma el 10 de diciembre la presidencia serán sencillos en materia económica. Según explicó la compañía en un informe, esto se debería a que «el pasivo relevante a la hora de hacer política monetaria es más del triple que las reservas de libre disponibilidad. Por el lado fiscal, con los mercados financieros internacionales cerrados y el financiamiento del FMI (Fondo Monetario Internacional) consumido en más de un 75%, el programa financiero 2020-2023 luce muy difícil de financiar, y emerge el riesgo de default».
La entidad puso énfasis en la quiebra del BCRA, aspecto que «conlleva a más devaluación e inflación, genera caída de la demanda de dinero, baja el piso al peso y aumenta la relación deuda/producto, lo cual se traduce en un incremento de la tasa de interés y del costo de capital». Asimismo, advirtió que «sin crecimiento, no solo no se pueden generar los recursos para pagar la deuda, sino que cada vez se necesita más superávit primario para que la deuda sea temporalmente sustentable».
En línea con todo lo expuesto anteriormente, Economía & Regiones señaló que la «combinación de más deuda, mayor costo de capital, más decrecimiento económico y mayor superávit primario terminan haciendo que la deuda sea insustentable en términos sociales». Según la consultora, las medidas económicas que recientemente puso en marcha el Gobierno nacional no servirían de mucho para paliar esta situación, sino que agrandan aun más los problemas fiscales y monetarios. Por consiguiente, potencian los riesgos de hiperinflación y de default.
Por su parte, el ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza, aseguró que el riesgo país «irá bajando en la medida en que haya concurrencia entre los candidatos sobre algunos principios macroeconómicos básicos que deben trascender a un gobierno: no mentir con las estadísticas, cuidar el superávit fiscal y que el default no sea una opción». El funcionario también opinó que «no hay razón ni de competitividad ni de flujo de capitales que pueda justificar otra corrección (en el tipo de cambio). Cualquier demanda adicional a este precio (del dólar) es meramente especulativa o irracional».
