La Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) busca ser incluida en la rebaja del Impuesto al Valor Agregado que el Gobierno de Mauricio Macri decretó para determinados alimentos de la canasta básica. La justificación de la entidad es que, luego de las elecciones primarias, los proveedores aumentaron 15 por ciento los precios de los productos, por los que los negocios del sector deben trasladar esta suba a su propia oferta. La agrupación denunció además el cierre de kioscos en todo el país.
La organización que representa a los kiosqueros argentinos la solicitó al Ministerio de Producción y Trabajo, conducido por Dante Sica, su inclusión en la medida por la cual se les baja el IVA al cero por ciento a una serie de productos que integran la canasta básica alimentaria, que experimentó en julio un incremento interanual de 57,3 por ciento. Desde UKRA, se pide que este beneficio alcance también a algunos de los artículos que más se comercializan en el sector. «La idea es que se aplique para los chicles, jugos, galletitas, alfajores, barras de cereales y todos los productos masivos que nos permiten hacer caja en el día a día», señaló el delegado Ernesto Acuña.
En una entrevista para A24, representante del gremio aseguró este viernes que los proveedores implementaron las subas en los precios de sus mercancías ya desde el día posterior a las PASO. «Tuvimos aumentos desde el lunes 12. Los distribuidores de Arcor nos bajaron las listas de precios con un 15% de incremento sobre todos los productos», señaló. Asimismo, apuntó contra la empresa que comercializa los alfajores Guaymallén, ya que también ajustó sus precios por el mismo porcentaje. Este panorama perjudica la situación del sector, ya que «a la baja de la venta y a la inflación permanente, se suma esta devaluación que traslada los costos a los precios. Ahora vamos a vender menos aún».
De acuerdo con Acuña, la suba de precios terminará impactando en los kioskos, que carecen de capacidad para absorber los aumentos porque cada mes venden menos. Es por ello que insistió en que «al bajar el IVA, los productos van a quedar más accesibles a los clientes». Asimismo, el gremialista les solicitó a las grandes empresas proveedoras que controlen a sus distribuidores, puesto que estarían incumpliendo con la aplicación del descuento del IVA para con sus clientes, que son los comerciantes.
Por otra parte, el representante de UKRA denunció en su entrevista televisiva que la situación que atraviesa el rubro es acuciante, dada la gran cantidad de kioskos que cierran en todo el país. Esto es respaldado por un informe de la entidad sindical a la cual pertenece, que señala que cerca de 28.000 kioscos, almacenes y despensas pequeñas cerraron en Argentina en los últimos tres años. Las causas de esta situación son la caída de las ventas, la presión impositiva y la suba de los costos fijos por la eliminación de los subsidios en las tarifas de electricidad.
