El expresidente de la nación Fernando de la Rúa murió esta mañana a los 81 años de edad. A fines de enero de este año, el dirigente de la Unión Cívica Radical había sido internado con un grave estado de salud en la Clínica Fleming, ubicada en el barrio porteño de Colegiales. El lunes pasado, su cuadro se había agravado por una serie de complicaciones cardíacas y renales. Finalmente, luego de una descompensación que el equipo médico no logró revertir, el exmandatario falleció en horas de la madrugada.
El antiguo jefe de Gobierno porteño se encontraba en el mencionado centro de rehabilitación desde el 28 de enero. De la Rúa había sido derivado a la institución para recuperarse de una angioplastia que le habían realizado en el Hospital Austral. Allí había permanecido internado por 28 días. «Al ingreso presentaba un cuadro de infección respiratoria que agravó dolencias cardiovasculares previas. Se inició tratamiento antibiótico y se le realizó una angioplastia coronaria para asistir a su corazón», indicaba un informe médico difundido el 2 de enero.
Nacido en Córdoba el 15 de septiembre de 1937, el exmandatario había hecho su última aparición pública el 30 de noviembre del año pasado. El sucesor de Carlos Menem había asistido junto con su esposa, Inés Pertiné, a la gala del G20 que se realizó en el Teatro Colón. El radical había sido invitado por Mauricio Macri, quien esta mañana confirmó la partida del líder de la Alianza. «Lamento el fallecimiento del expresidente Fernando de la Rúa. Su trayectoria democrática merece el reconocimiento de todos los argentinos. Acompañamos a su familia en este momento», publicó en Twitter.
Antecedentes clínicos
De la Rúa había sufrido dos infartos el año pasado, uno a principios de octubre y otro a comienzos de mayo. Sin embargo, los problemas cardíacos del dirigente cordobés se remontan a 2001, cuando todavía estaba al frente de la conducción del país y se enfrentaba a un complejo escenario a nivel político, económico y social. En aquella oportunidad, el radical también había sido sometido a una angioplastia en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) para desobstruir la arteria coronaria derecha.
El exmandarario tuvo antecedentes médicos similares en diciembre de 2010 y agosto de 2014, cuando debió ser intervenido por problemas cardíacos. En enero de 2016 volvió a pasar por el quirófano, aunque en esta ocasión fue para operarse de un pólipo en la vejiga. En estas tres oportunidades, el ex jefe de Gobierno de la Ciudad fue atendido en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT), ubicado en el barrio porteño de Recoleta. En su historia clínica, también se registran afecciones pulmonares.
Trayectoria política
De la Rúa era radical por herencia, ya que su padre, Antonio, fue un importante dirigente de la UCR en Córdoba y ministro en la gobernación de Amadeo Sabattini. Sus inicios en la política se dieron desde abajo, ya que arrancó como militante en su provincia. Ya en Buenos Aires, pudo llegar al Congreso en más de una oportunidad y, luego de la reforma de la Constitución Nacional de 1994, logró consagrarse como el primer jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires elegido por el voto popular.
Bajo la órbita de la Alianza, logró arribar a la presidencia, lugar que ocupó entre el 10 de diciembre de 1999 y el 20 de diciembre de 2001. Su renuncia fue sellada con su mítica partida de la Casa Rosada en helicóptero. Por aquel entonces, el país vivía un gran estallido social, con saqueos y protestas masivas en contra de la crisis económica. En su gestión se impuso el famoso «corralito» sobre los depósitos bancarios, una de las medidas que mayor impacto tuvo en los argentinos. «¡Que se vayan todos!», pedía el pueblo a lo largo y ancho del territorio nacional.
