Argentina sorprendió con su postura ante la Organización de Estados Americanos (OEA). El embajador Carlos Raimundi desestimó el informe realizado por Michele Bachellet donde se detalla las violaciones a los Derechos Humanos por parte del régimen de Nicolás Maduro. La decisión del gobierno nacional provocó un cimbronazo diplomático para el país que rechazó este informe que, entre otras cosas, contabiliza 2.000 asesinatos extrajudiciales en Venezuela.
Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por gran parte de la comunidad internacional, tuvo duras palabras para con el gobierno argentino. “Yo quisiera saber si la representación de su embajador en la OEA es la representación del Ejecutivo en Argentina”, señaló el venezolano en diálogo con Eduardo Feinmann en A24.
“Si la relativización del dolor, del sufrimiento humano en Venezuela representa al Ejecutivo en Argentina”, añadió “No podemos voltear la cara mientras hay un genocidio silencioso en Venezuela. No podemos relativizar el dolor. No hay neutralidad en materia de derechos humanos, en materia de la dignidad y los derechos fundamentales”, afirmó Juan Guaidó.
Estados Unidos se sumó al repudio
Kevin O´Reilly, subsecretario Adjunto de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, hizo hincapié en la postura argentina en declaraciones a la prensa. “Fueron un poco tristes los comentarios del martes del representante de la Argentina. Cuando uno tiene un poco de gris en el pelo, puede recordar un momento en el que la Argentina llamó al respeto a la institucionalidad democrática. Eso es lo único que realmente piden los venezolanos”, afirmó el funcionario.
La postura argentina
Carlos Raimundi, embajador argentino ante la OEA, tuvo polémicas declaraciones respecto al informe sobre las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. “Ha sufrido un fuerte asedio de intervencionismo. Hay una apreciación sesgada de lo que son las violaciones a los derechos humanos en determinados países”, expresó el representante del gobierno nacional.
